Hidratación refrescante con aguas de sabores.

Aguas de sabores

Los refrescos carbonatados y las bebidas azucaradas no son una opción de hidratación saludable. Pero, cuando aprieta el calor, resulta complicado resistirse a este tipo de productos. ¿Te apetece algo fresco y natural? Las aguas de sabores te permiten mantenerte hidratado sin necesidad de recurrir al azúcar, los saborizantes artificiales o los colorantes.

La alternativa más saludable a los refrescos

No se trata de engañar al paladar sino de reeducarlo. Las aguas de sabores pueden tener un sabor tan intenso como el de cualquier refresco de elaboración química. Sin embargo, en ellas no encontrarás ningún ingrediente que suponga un riesgo para tu dieta, tus dientes o tu estado de salud en general.

En esencia sigue siendo agua, la mejor solución para mantenerse hidratados y combatir el calor. Un elemento natural e indispensable para que el organismo funcione adecuadamente, sobre todo en esos días en los que las altas temperaturas nos obligan a incrementar el consumo de líquidos. Regula el equilibrio hídrico de tu cuerpo mientras disfrutas de los sabores de la huerta.

  

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Las recetas para prepararlas en casa no tienen ninguna complejidad. En muy poco tiempo y echando mano de ingredientes económicos y accesibles obtendrás una deliciosa bebida  de lo más apetecible. Estas aguas saborizadas admiten infinidad de recetas. Basta con que prestes atención a estos detalles y siempre obtendrás unos resultados estupendos.

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1. Utiliza agua de calidad: lo más sencillo y barato es emplear agua del grifo. Si el agua de tu vivienda no te resulta del todo agradable al paladar, mejora su calidad con el empleo de un sistema de filtros. También puedes emplear el agua filtrada para hacer cubitos de hielo y mantener tu bebida a una temperatura ideal durante su consumo.
2. Opta por productos de temporada: recurre a las frutas y verduras típicas de cada estación. Es la mejor manera de consumir el producto en el punto óptimo de maduración y aprovecharte de sus azúcares naturales. Las aguas de sabores quedan muy bien con cualquier cítrico (lima, limón, naranja, pomelo), con frutos rojos (grosellas, moras, arándanos, frambuesas) y con frutas tropicales (piña, como, sandía). Aunque siempre es mejor la fruta fresca, puedes congelar fruta natural de temporada para recurrir a ella en cualquier momento del año.
3. Potencia el aroma: añade hierbas aromáticas a tu receta para potenciar el efecto refrescante. La menta y la hierbabuena son dos clásicos de las bebidas veraniegas. Hay otras opciones como la albahaca, el romero, la salvia o la lavanda que resultan especialmente interesantes en combinación con ingredientes como el pepino o el apio. Y no desestimes el potencial de especias como la pimienta o el jengibre: añaden un punto exótico y ayudan a combatir la sensación de sed.
4. Endulzantes naturales: lo ideal es no añadir ingredientes azucarados extra a tu bebida. Si quieres darte un capricho de forma puntual, opta por la miel, el azúcar de caña o la canela.
5. Reposo en la nevera: una vez que tengas lista la receta, deja que los ingredientes reposen en la nevera alrededor de 6 horas. Con ello consigues una bebida con aromas y sabores más intensos.

Existen infinidad de recetas para preparar aguas de sabores caseras. Échale un poco de imaginación y atrévete a experimentar con los ingredientes más sabrosos, aromáticos e inspiradores para mantenerte hidratado de un modo refrescante y original.